Sin ánimos de ofender a un español

Viaje a Barcelona.

*Lectura de 4 minutos.

Decir “por favor me regalas un té” y que te miren raro, se rían o digan
que te lo cobran, te hace correr un sudor frío en la espalda y sentir
desubicada.

Después, cuando estás en un restaurante y le dices al mesero: “amigo”,
y te ignora porque no es tu amigo, vuelves a reír nerviosamente y
compruebas por hecho, que estás lejos de casa.
Me siento lejos. Estoy lejos. Recuerdo en uno de los viajes al centro
comercial “El Hueco”, cuando compraba aguinaldos para todos mis
sobrinos - porque soy ese tipo de Tía – y todos eran mis “amigos”
cuando les regateaba por un descuento.

¿Son nuestras culturas tan diferentes?
En dos semanas, descubrí que en muchas partes del mundo, por
mentira que sea, nos dejamos llevar por los estereotipos, sin importar lo
feo que sean o el daño que puedan llegar a hacer. Si eres colombiano,
eres narcotraficante; Si vives en Barcelona y tienes una tienda de
conveniencia, tienes un “Paqui”, porque ERES pakistaní.

Entendí en poco tiempo porque no existe la propina y porque en
Colombia somos considerados las personas más amables del mundo;
Acá no existe el servicio y allá nunca faltan los por favores y las gracias.

Conocí las tapas, que se llaman así por una historia curiosa cuando en
las tabernas cubrían sus copas y vasos con trozos de pan o una
rebanada de jamón; comí Pulpo a la Gallega y entendí porque es un
plato famoso alrededor del mundo.

Pensé, ¿Tapas de Torta Negra o de Galletas de Mantequilla?
Viví por un mes en un segundo piso, ¿O era un tercero? Es que acá el
primero es el entresuelo y el primero, pues, es el primero en un
segundo piso.

Encontré una profesión más inútil que la de algunos políticos
colombianos. En el gimnasio los entrenadores, si es que se pueden
llamar así, nunca están y los entrenados parecen en una carrera contra
el reloj. Y las mancuernas. ¿Es acaso su desorden una ecuación
matemática para trabajar la mente o un rompecabezas con sus piezas
regadas por todo el tablero?

Si salgo afuera, como se dice acá, me acuerdo de Medellín. Como en
este momento hace frío, salgo abrigada pero llego a la esquina y el sol
me encuentra y ¡Qué calor! Ah, pero sal sin abrigo si es que eres tan
valiente.
Claro que ya comienza el invierno. Vamos a ver que nuevas enseñanzas
vienen con él.


4 comentarios


  • Judith
    Me encanta lo escrito arriba y a mi paso en un viaje a Argentina buenos aires al buscar trasporte como se dice de Bogota y como lo toman allá que berguensa pase horror

  • Miriam Cordoba

    Qué nota de anécdotas tía. No dejes de “chismosearnos” tu viaje, te seguiré fielmente🖤


  • Miriam Cordoba

    Qué nota de anécdotas tía. No dejes de “chismosearnos” tu viaje, te seguiré fielmente🖤


  • Cindy Ochoa

    Tal cual!!! Lo rico de conocer otras culturas. Qué buena historia tía!


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